martes, octubre 24, 2006

¿Hola?

¡Hola!

Sí, sí a ti.

¿No te hace ilusión que te digan un “hola”?

¿No?

Tú eres de los que no saludan eh!

Tanto cuesta un “hola” con una sonrisa, bueno, lo dejaremos en media sonrisa, va!
No, en serio, me parece un tema bastante importante.

Tu entras en una tienda, chafardeas un rato, te pruebas 2 o 3 modelitos, tu súper feliz porque te quedan divinos todos (¿verdad chicos que todo nos queda bonito?), bueno eso, y nosotras alegremente nos dirigimos a la caja para gastar ese dinero que tanto nos cuesta ganar; y, ¿ qué te encuentras? Una cosa (porque no es humano) que te coge los trapitos sin ni siquiera mirarte y ni muchísimo menos decirte un “hola”.
Eiii, esto no tendría que ser así.
Como es posible que las empresas contraten a gente de esta índole para atender al público, estoy segurísima que hay muchísimas personas sin trabajo que estarían encantadas de atendernos de una manera simpática y amable.
Lo peor de todo esto es que las personas que suelen tener este tipo de actitudes son jóvenes y yo me pregunto: ¿Tan amargados están ya? O es que ya nacieron con ese carácter avinagrado, una pena la verdad.

Pero esto no solo sucede en tiendas no, no, es una plaga!!! Alguien me puede dar el teléfono de los CAZARANCIOS? Pensarlo bien y seguro que recordáis a alguien que reúne estas características, puede ser un vecino, una dependienta, un jefe, un compañero, este “virus” no distingue entre sexos, edades, razas, religiones nada!

Pero es que tanto cuesta un HOLA?

Para todos aquellos que piensen que un “hola” no es importante, solo decirles que les invito al “maravilloso mundo de los rancios” para que tengan tiempo de reflexionar y captar la importancia, que en muchísimas ocasiones puede tener un simple “hola”, ya verían como lo encuentran a faltar.

Por otro lado, para todos aquellos que dan importancia a estos detalles, solo desearos que no perdáis eso nunca, no queremos formar parte del “maravilloso mundo de los rancios”, verdad?

:)

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